Las figurillas de cerámica conocidas como dioses narigudos deben su nombre al arqueólogo Alfonso Medellín Zenil, quien las llamó así por su prominente nariz y por haberlas encontrado como ofrendas en distintos tipos de edificios y asentamientos.
Los dioses narigudos presentan atributos estandarizados y fueron muy abundantes durante el horizonte Clásico (100-1000 d. C.) en la región centro de Veracruz. La mayoría están elaborados con una técnica mixta: la forma triangular de la cabeza se logra con molde, mientras que el cuerpo y los adornos están modelados y al pastillaje. Se han identificado tres diferentes tipos de dioses narigudos, con subtipos y variantes, algunos de las cuales presentan una pequeña ranura en la parte posterior y, por tanto, funcionaron como silbatos.
Esta pieza pertenece al tipo I, arquetipo dominante por su tamaño y posición sedente. Se trata de una figura masculina cuyos brazos descansan sobre las rodillas y tiene sus piernas en forma de círculo. Presenta una banda sobre la frente con una pequeña protuberancia y porta un tocado en forma de triángulo con adornos circulares y dos aleros laterales con líneas horizontales. También lleva orejeras y un collar.
Los dioses narigudos fueron elaborados masivamente y es posible encontrarlos por miles en una pequeña excavación, aunque muchas veces fragmentados. Conforme se han ido analizando, han surgido nuevas variantes y estilos que permitirán ampliar la tipología. Todavía nos falta mucho por estudiar acerca de su significado y explicar el porqué de su posición y decoración, así como la variedad entre ellos.
Dra. María de la Luz Aguilar Rojas
Centro INAH Veracruz
Post informativo posteado Manuel Polgar Salcedo
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