Ayer, en la rueda de prensa que otorgó el líder nacional de MORENA, Mario Delgado, en conjunto con figuras políticas afines al proyecto de Salomón Jara y de figuras destacables en el proyecto de la senadora Susana Harp como el presidente municipal Irineo Molina Espinoza que, a regañadientes, debieron levantarle la mano al senador, se pudo visualizar un hecho irrefutable, la ambición de la candidatura que hasta hoy tiene Harp Itirrubarría es la única carta de divisionismo para MORENA, PVEM, PT y PUP, el cual de ganar en los tribunales la senadora bajó un erróneo criterio de injusticia, prácticamente aseguraría el triunfo del PRI en Oaxaca y dejaría exento a nuestro estado de las mesianicos principios de la 4T que pretende el presidente López Obrador.
¿Porqué pasa esto? Simple, el proyecto de MORENA está consolidado, por los políticos que han estado siempre afines al proyecto de Jara Cruz, tales como la presidenta de la JUCOPO en el congreso local Laura Estrada, Paco Niño, Lalo Ximenez, la incorporación de los nuevos ediles como Fernanda Barbos, Gadiel Rodriguez, Marcelo Santos Meneses, el coqueteo de presidentes afines a otros proyectos como Javier Martínez de Chiltepec y la coordinación de los líderes estatales de los partidos de la coalición como Pepe Stefan, el diputado federal más votado en el estado, Benjamin Robles Montoya, un viejo lobo de mar de la política oaxaqueña y del PUP.
Aunado a esto, el jalón de oreja de Mario Delgado y ultimátum a dos personalidades qué eran pilares fundamentales para el proyecto de Harp, el presidente municipal del segundo municipio más importante del estado como Irineo Molina Espinoza, quien ya le levantó la mano a Jara, y Ángel Dominguez Escobar, a quienes vimos andar de aquí para allá en ambos proyectos y que hoy, por consenso, se tuvo que unir a las filas del proyecto o quedar descartado de el.
Así, Susana Harp continúa en los tribunales por una causa sin fin, porque lo compacto del proyecto de Jara vislumbra que de caerse su candidatura, la coordinación se fracciona, le darán la espalda a Harp y no será gobernadora, por lo que Alejandro Aviles debe estar rezando para que Sala Xalapa le dé el triunfo a Susana Harp.
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